En este nuevo Relato de Cooltura, reflexionamos sobre la típica frase «así hacemos las cosas en esta empresa».
Los primeros cinco monos tenían unos fundamentos objetivos para no querer que nadie subiera por la escalera: cada vez que lo hacían, eran castigados. Sin embargo, los otros monos obedecían a las normas sin tener motivos para ello. Y no solo las obedecían , sino que las perpetuaban a través de su comportamiento.
La norma de la prohibición de subir por la escalera, a pesar de su absurdez, había llegado a formar parte de sus vidas, hasta el punto en el que invertían tiempo y esfuerzo en hacer que siguiese existiendo. ¿Puede ocurrir lo mismo con las normas que elegimos o los comportamientos que replicamos en las organizaciones?
Hemos aprendido que cuestionar las normas de un equipo no es tan fácil, porque generalmente nos encontramos con las típicas frases «aquí no hacemos las cosas así», «aquí las cosas siempre se han hecho así», «esa idea no va a funcionar», etc., y esto se da porque la mayoría de las personas se sienten cómodas cumpliendo con un código o un comportamiento ya establecido aunque sea poco efectivo.
El reto está en salirnos de la caja, en proponer nuevas formas de hacer las cosas, en no tener miedo de «romper las reglas» (en buen sentido); si bien los comportamientos nos ayudan a definir quiénes somos como organización, no deben ser algo que limite la innovación y la creatividad.