#RecomendadoDeCooltura: Mindset, la actitud del éxito.

«El mindset de crecimiento puede enseñarse y aprenderse siempre y cuando se esté dispuesto a ello. Cada vez que nuestro cerebro aprende algo nuevo, nuestras conexiones neuronales se vuelven más fuertes y nuestro mindset de crecimiento se refuerza. Desarrollar una mentalidad de crecimiento lo conseguiremos solamente si estamos dispuestos a hacer el esfuerzo de aprender.  «

Carol Dweck.

Mindset es un concepto adoptado en el 2006 por la psicóloga norteamericana Carol Dweck, profesora de Psicología en la Universidad de Stanford, el cual lo definió como la capacidad humana de aceptar los defectos, debilidades y otros aspectos negativos del ser humano, y creer que es posible un cambio, con la única finalidad de crecer, avanzar y alcanzar el éxito.

Según la autora,  los seres humanos podemos tener dos tipos de mentalidades o “mindsets”: fija o de crecimiento. Las personas con un mindset fijo son aquellas que  creen que sus capacidades son aquellas con las que han nacido y no se pueden cambiar ni mejorar; mientras que las personas con un mindset de crecimiento piensan que las habilidades se pueden mejorar a través del trabajo, el esfuerzo y el aporte de las personas que las rodean. Si quieren lograr algo y no lo consiguen, lo intentarán todas las veces que haga falta para llegar a su objetivo, y aprenderán de los errores que cometan. Aceptan críticas y no tienen problemas a la hora de pedir ayuda a otros. No se enfocan en buscar el reconocimiento de sus logros por parte de los demás y no se sentirán superiores a sus compañeros por ello.

«El fracaso puede ser una experiencia dolorosa, hasta para la mentalidad de crecimiento, pero no te define. Es un problema al que enfrentarse, con el que luchar y del que aprender».

Dweck también explica algunas claves para pasar de una mentalidad fija a una mentalidad de crecimiento y explica que este mindset se puede aprender si se está dispuesto a salir de la zona de confort, pues es necesario que nuestro cerebro aprenda cosas nuevas y nuestras conexiones neuronales se vuelvan más fuerza: «desarrollar una mentalidad de crecimiento lo conseguiremos solamente si estamos dispuestos a hacer el esfuerzo de aprender».

Trasladando estos aprendizajes a las organizaciones, este libro nos permite entender que si es posible tener equipos de alto rendimiento siempre y cuando se promueva una mentalidad de crecimiento. Para esto, es necesario identificar los talentos y habilidades de cada persona y motivarlos desde allí.

Si bien los líderes tienen algunas herramientas para potenciar el talento, es responsabilidad de cada persona elegir qué tipo de mentalidad quiere tener: si una fija en la que se tiene miedo a intentar cosas nuevas o una de crecimiento en la que se aprenden cosas nuevas cada día.

«El fracaso puede ser una experiencia dolorosa, hasta para la mentalidad de crecimiento, pero no te define. Es un problema al que enfrentarse, con el que luchar y del que aprender».