Hablemos de un tema que tiene estudiando a más de una persona: liderazgo remoto. Para nadie es un secreto que esta pandemia se convirtió en un acelerador de cambios y no hablamos solo de los cambios digitales, sino también, de las nuevas formas de actuar, de liderar, de comunicarnos y de compartir en la virtualidad.
En un par de meses, el coronavirus nos “obligó” -por decirlo de alguna manera- a cambiar la forma de trabajar y puso a prueba la resiliencia, capacidad de adaptación al cambio y el liderazgo.
Este último punto es el más fundamental: el liderazgo y la pregunta más frecuente es ¿cómo ser un buen líder a través de una pantalla? Si bien no tenemos todas las respuestas, hemos construido una pequeña guía que puede ayudar a los líderes a transformar su forma de liderazgo, ya que hoy más que nunca más que pedir debemos cooperar.
- Pasar de “todo está bien” a “no sé qué pasará pero cuentan conmigo”
Mostrarse vulnerable aumenta los niveles de seguridad psicológica: aceptar que no se tienen todas las respuestas está bien, pero eso sí, los líderes deben tener la capacidad de transmitir tranquilidad aún en momentos de incertidumbre; si bien nadie sabe qué pasará en los próximos días o meses, el mensaje que se le envía a los equipos no puede ser de angustia o desconocimiento, por el contrario, deben ser mensajes de apoyo y de hacerle saber a las personas que no se tienen todas las respuestas pero que con el esfuerzo de todos, los retos se superan fácilmente.
“No se trata de decir que las cosas son buenas cuando no lo son, ni de transmitir una fe innata en que “todo estará bien”, se trata de creer que tú y las personas que te rodean pueden encauzar la situación para obtener el mejor resultado posible, y no de transmitir sensación de que todo está perdido si las cosas no salen a tu manera.La pauta que marcas como líder tiene un efecto enorme en las personas que te rodean. Nadie quiere seguir a un pesimista”.
Robert Iger.
- Pasar de “escríbelo en un correo” a “conéctate y lo conversamos”
No hay nada que nos aleje más que un correo electrónico. Para reforzar el liderazgo remoto se deben crear espacios de conversación, darle la oportunidad a las personas de hablar y de expresar sus sentimientos e inquietudes.
Si bien no podemos negar el uso de herramientas tecnológicas como Meet, Zoom, Skype, entre otros; el reto está en sacar provecho de estas para acercar al equipo y generar espacios en los que se compartan las últimas decisiones tomadas, se pongan al día sobre en qué está cada integrante del equipo y cuáles son las novedades que hay.
Una idea es crear diferentes espacios al mes: unos momentos para promover el feedback, otros espacios para compartir decisiones importantes y por último, momentos para celebrar y vivir la cultura por medio de rituales.
- Pasar de “los espero conectados a las 7:00 a.m.” a “vamos a sacar este reto adelante”.
Si bien el manejo del tiempo es clave en los proyectos, también debe ser responsabilidad de cada persona. Hace algunos días Daniel Bilbao, CEO de Truora, en una conversación con Comunidad Cooltura, compartió una reflexión interesante sobre este tema: “yo tengo que ser consciente que contraté adultos y que estoy trabajando con adultos; no tengo por qué estar preguntando qué hacen, qué hicieron o qué van a hacer (…) yo confío en su trabajo y espero resultados extraordinarios”.
Cuando confiamos en nuestro equipo de trabajo y confiamos en sus capacidades, el horario se queda en un segundo plano porque nos enfocaremos en retos y objetivos.
Más que vigilar si las personas están conectadas trabajando o no, asegúrate de tener una estructura que les permita a todos entender los roles, metas y expectativas, cuáles son las fechas importantes, cuál es la responsabilidad de cada uno, qué esperas del equipo y cuáles son esos indicadores que marcan la pauta del trabajo.
- Pasar de “reunión a las 2:00 p.m., a las 3:00 p.m. y a las 3:30 p.m.” a “cuéntame cuándo podemos revisarlo”.
El micromanagement, si bien puede ser bueno, termina limitando la creatividad de los demás; querer controlar todas las decisiones y todos los proceso terminará desgastando tu rol como líder y por ende, limitará la innovación.
Cuando queremos equipos más innovadores y arriesgados, debemos permitirles trabajar a su ritmo. Eso sí, esto se da cuando los niveles de confianza y comunicación son elevados, pues como líder puedes permitir que las personas se equivoquen en nuevas cosas, pero también es tu responsabilidad dar feedback, compartir aprendizajes y promover formas diferentes de hacer las cosas.
Sea cual sea tu estilo de liderazgo, es importante enfocarse en motivar al equipo y transmitir claridad. Nadie estaba preparado para esta situación y mucho menos para una transformación inmediata, pero poco a poco hemos ido entendiendo las dinámicas y adaptándonos a esta nueva normalidad.
Resumiendo, para fortalecer la capacidad de liderazgo remoto ten en cuenta:
- 4 C: Comunicar, Colaborar, Confianza y Cohesión.
- Usa herramientas tecnológicas para mantener la colaboración y cohesión:
– Reuniones virtuales y videoconferencias.
– Espacios de trabajo virtuales.
– Agendas compartidas “busca el mejor momento para todos”. - Está bien ser líder y no tener todas las respuestas: la vulnerabilidad es la clave de los equipos invulnerables.
- Más confianza, más incentivos y más retos: confía en las capacidades de tu equipo, permite que se cometan nuevos errores y aprendan de ellos.
- Normas claras: autonomía no es hacer lo que yo quiero; es hacer lo que puedo dentro de los lineamientos que establecimos como equipo.
- Escucha activa: hoy más que nunca un líder debe saber escuchar, así estemos ubicados en lugares diferentes.
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